sábado, 11 de junio de 2011

VIAJE ULAN BATOR A BEIJING

Mientras la burbuja hembra se instalaba en el vagón (primera vez que no nos pedían los pasaportes), la burbuja macho fue a comprar agua y comida para el viaje. No coincidía lo que ponía en el billete a lo que ponía dentro del vagón, así que la burbuja hembra tuvo que preguntar al responsable del vagón dónde nos teníamos que instalar. Este la llevo a un compartimerto, que tendríamos que compartir con dos chinos, padre e hijo (el hijo se llama Brian, el padre no lo sabemos). Una vez que nos despedimos de Agustín, el tren empezó su marcha. Así que empezamos a hablar con Brian y su padre, lo que nos encantó, ya que nos apuntaron en signos chinos los nombres de las comidas típicas de su país, los sitios que podíamos visitar, ciudades bonitas, todo lo que no nos podíamos perder. Y nosotros les apuntamos cosas de nuestro país que tantas ganas tenían de visitar. Al lado de nuestro compartimento, conocimos a una chica mongola, con su hijo de dos años (enorme, por ser hijo también de un chico negro), ella encantadora y hablaba un perfecto inglés (por supuesto mucho mejor que la burbuja hembra). Durante este tramo cruzamos el desierto del Gobi, donde se podían ver caballos, avestruces, pájaros, camellos y todos en libertad. También nos dimos cuenta que teníamos dos encargados del vagón: uno bastante malhumorado, no sabemos si por su principio de calvicie o por que sí (que también podía ser); y el otro un hombre bastante risivo, que hablaba solo y siempre tenia una sonrisa para mostrar (fue el que indicó a la burbuja hembra dónde se tenían que instalar alprincipio cuando llegamos al vagón).
Al llegar a la frontera mongol nos revisaron (más a Brian y a su padre que a nosotros) y sellaron los pasaportes en nuestros visados de salida de Mongolia. Cuando llegamos al primer pueblo chino, Brian y su padre bajaron (era su destino), y mientras a nosotros nos revisaban los pasaportes, mientras esperábamos en el vagón, nos llevaron a un edificio para cambiar las vias del tren, y nos quedamos observando todo el procedimiento (como vivimos en la frontera de Hungria con Ukrania, ya que los rusos cambiaron en su momento las vias para no ser atacados por tierra); disfrutamos viendo cómo subían el vagón lentamente para luego colocar las plataformas adaptadas a la distancia entre vías de China. Al acabar nos devolvieron a la estación, nos devolvieron nuestros pasaportes con el nuevo sello de entrada al nuevo pais donde nos dirigíamos y el tren arrancó de nuevo, ahora ya solos en nuestro compartimento; así que nos dormimos hasta la mañana siguiente. Al despertar, Txema, fue a buscar el desayuno gratuíto (era la primera vez que nos pasaba en un tren, así que el recibimiento que nos dio China fue bastante bueno); desayunó junto a la chica mongol y su hijo (en la misma mesa, ya que ningún chino se quería poner con ellos- es extraño el odio que se tienen entre ellos-); mientras, Marta dormía perezosa. Al llegar Txema al compartimento, trayendo consigo el desayuno para la burbuja hembra en una bolsa de plástico con él, la sorpresa fue que se había encontrado con Tri y Chris (los dos australianos del viaje de Irkutsk a Ulan Bator-le dieron unos fuertes abrazos cuando se lo encontaron-); estos habían prometido pasarse luego por nuestro vagón y tomar un te con nosotros , y así fue. Chris tenía un dedo vendado, porque en una noche de borrachera en Ulan bator se había cortado con un vaso y le habían tenido que dar unos cuantos puntos de sutura en un hospital de allí, una experiencia que afortunadamente ninguno de nosotros dos había sufrido. Después de su visita y después decontarnos innumerables historias, volvieron a su vagón y no volvimos a coincidir con ellos.
Durante este tramo de viaje (ya en China) el paisaje cambió de forma radical; de ver tierra y más tierra (y arena y más arena), pasamos a ver montañas, con campos arados, algunos tramos de la muralla china, pueblos con sus grandes centrales nucleares (unas cuantas), acantilados...
Así que nuestro viaje estaba a punto de acabar, y en unas horas, y después de comer (también gratuita la comida), llegamos a Peking, donde nos despedimos de la chica mongol y su hijo, mientras los dos se alejaban montados en un carrito, nosotros salíamos a la superficie de la gran ciudad con nuestras pesadas mochilas.
El desierto del Gobi

Nuestro vagón

Depósito de agua hirviendo para el té y noodles

Recorrido de ida y vuelta 

Lavabo (No utilizar mientras el tren está estacionado)

¿Y estos a dónde irían?

Nuestro vagón

La arena del desierto

Una de tantas estaciones en la que paramos

Caballos salvajes

El retrete, todavía limpio

Una de tantas casas perdidas por el desierto


El vagón de al lado (haciendo amigos)

Donde cambiaban las plataformas

Primer amanecer en China



La Gran Muralla al fondo (casi ni se ve)

Cruzando el río

Así se trabaja en China

4 comentarios:

Aire El Funambulista dijo...

hola burbujas viajeras,

me ha encantado seguir esta parte del itinerario. Os leo muy bien. Las fotos llegan como pedacitos de otro mundo: refrescantes (incluso el desierto del Gobi ;) y llenas de una vida misteriosa y desconocida para mi. Me he perdido en eso del cambio de vías, lo tendría que ver como vosotros para entenderlo (y eso que te explicas muy bien, burbuja macho). También me he liado con eso de la frontera Hungría-Ukrania (y perdonad mi incultura), pero ¿no ibais de Mongolia a China?)

Intentaré seguios por estos parajes humanos, naturales y urbanos siempre que pueda.

Abrazos de Aire,

BURBUJAS CIRCULARES dijo...

Hola Aire,
Lo del cambio de vias es por que en Rusia y Mongolia tienen otro ancho de vias (en su día lo cambiaron para no ser atacados), así que, tanto en Hungria-Ukrania como en la de Mongolia-China se tienen que cambiar en las fronteras.
Nos alegra que te gusten nuestros relatos, este fue escrito por mi (burbuja hembra), aunque lo del cambio de vias fue rectificado por la burbuja macho y eso mismo le dije yo: que no se entendia.

Esperamos que sigas leyendo nuestras aventurillas...

Besos desde el Sud Este Asiático!!!

Burbuja hembra.

Aire El Funambulista dijo...

hola burbuja hembra,

entonces, la que se explicaba tan bien, eras tú ;) Encantada. Gracias por la aclaración.

Anónimo dijo...

Impresionante el desierto y muy guapo el tren, buenas fotakas!!