miércoles, 22 de junio de 2011

VIAJE DE XI'AN A SANGHAI

Estación de trenes de Xi'an (cuando estaba vacia)


Esta vez llegamos con menos de una hora de antelación a la estación de trenes de Xi'an, donde nos escontramos el mismo panorama en la sala de espera que el que nos escontramos en Beijin (todos apelotonados). En una de estas, pasó una chica de la estación diciendo algo (adivina adivinanza), de lo cual solo entendimos "Sanghai", así que la burbuja hembra decidió ir en su busca, tropezándose con centenares de personas que esperaban el mismo tren. Al encontrarla, le preguntó mediante señas y obtubo la respuesta de la misma manera, es decir, en señas (en España significaría, algo parecido a "me voy a cortar el brazo"), el problema es que también son completamente diferentes a las occidentales, así que la burbuja hembra se fue en busca de la burbuja macho dudando e intentando descifrar la respuesta; al decírselo a la burbuja macho, las dudas e interpretaciones fueron mayores (risas mil). Unos señores que teniamos al lado, al ver nuestras caras de duda, nos intentaron ayudar, aunque el problema fue el mismo: el entendimiento; así que cuando abrieron las puertas de entrada a los andenes, nos dimos cuenta que lo que nos indicaban todos ellos, es que faltaba un cuarto de hora para que abrieran dichas puertas; nuestras interpretaciones no se parecian en nada a la realidad (otra vez, risas mil). Mientras la cola iba avanzando, nos dimos cuenta que los billetes no se parecian a los del resto de pasajeros. Como la curiosidad les puede (otra de las cosas que hemos aprendido de ellos), un señor mayor que se dirigia a un pueblo, se quedó mirando nuestro billete, lo que nos hizo dudar más si el billete que teníamos (pequeñísimo, de carton y de un color verde), sería correcto. Al pasar por las puertas de confirmación de billetes sin ningún problema, respiramos, porque hasta ese momento nuestra duda no podia ser respondida por nadie, por la gran dificultad que presenta la diferencia entre los dos idiomas.
Esta vez dormimos en las literas de arriba; lo preferimos por las mochilas (a parte de ser las más baratas entre las tres opciones), era una manera de tenerlas más vigiladas, ya que hay que ponerlas en el porta equipajes, a la misma altura que nuestras camas... El tren salió a las ocho menos cuarto de la tarde y llegaríamos a Sanghai a las doce del medio día del día siguiente, así que solo nos daba tiempo de cenar, dormir y desayunar algo en el tren; en nada llegamos a la gran ciudad.









Ciudad de Nanjing





Más y más construcciones, no paran estos chinos






1 comentario:

sole dijo...

que pag más bonita , felicidades